"Mañana empiezo en serio con la dieta". Esta frase tan corriente es uno de los tantos pretextos que muchas personas interiorizan, hasta el punto de pasar por alto las recomendaciones acordes con sus metas y objetivos personales para perder peso. Y es que dar el paso hacia un cambio de hábitos no resulta nada fácil. En muchos casos, la capacidad para superar obstáculos al adelgazar está en la propia fuerza de voluntad individual. En otros, una ayuda fundamental es el acompañamiento de la familia y de un profesional que dirija el itinerario. La mayoría de los pacientes coincide en que afrontar los cambios pertinentes para perder peso no es una tarea fácil, hay una serie de dificultades comunes. Sin embargo, en algunos casos, son excusas reiteradas que es preciso conocer para afrontar con éxito los objetivos propuestos y su continuidad en el tiempo.
Para todos los gustos
Falta de tiempo
Demasiadas penurias o privaciones
Ausencia de resultados
Ausencia de apoyo especializado
Alto costo económico
Estacion del año (invierno, verano, otoño, primavera)
Acceso a la comida "prohibida" en todo momento y lugar
Demasidos eventos sociales
falta de apoyo del enterno
La realidad confirma que, en la mayoría de los casos, nunca se afronta el cambio de forma efectiva. En parte, esto ocurre porque el verdadero patrón de alimentación saludable engloba las fiestas, los cumpleaños y demás celebraciones y, para muchas personas, celebración y excesos alimentarios van de la mano. Por tanto, pensar de esta forma genera angustia y frustración, a la vez que favorece que la persona se aleje de la verdadera solución o de la promesa inicial.
Está demostrado el estrecho vínculo entre la comida y las emociones y seguir dietas MUY ESTRICTAS, sin concesiones esporádicas con moderación y sentido común, como ingerir un trozo pequeño de pastel de cumpleaños o un canapé en una fiesta, genera tal ansiedad, que lleva a la persona a comer más para calmarla, aquí estamos frente al temible "todo o nada", creando un círculo vicioso.
A lo largo del tiempo, diversos estudios han demostrado que las características más valoradas por las personas al elegir un programa o plan de descenso de peso, fueron entre otras:
La obtención de resultados rápidos.
La posibilidad de mantener a largo plazo cambios en el estilo de vida (alimentación y actividad física).
Sentir que la situación se puede controlar.
La flexibilidad y practicidad del programa en cuestión.
Contar con el apoyo y el acompañamiento de un profesional idóneo.
La comprensión y sostén de la familia y el entorno social.
El SECRETO
Comenzar por descartar esas ideas o mitos preconcebidos en cuanto a las soluciones exprés, olvidarse del "estoy a dieta" y afrontar la situación desde un punto de vista racional, entendiendo a la obesidad como una enfermedad crónica, como tal es de larga duración y no puede preverse con facilidad la duración del tratamiento, con el fin de realizar cambios que, con tiempo y paciencia, disminuyan los síntomas de esta patología.
Conviene identificar las causas que la han originado y frenarlas cuanto antes con ayuda de los profesionales sanitarios adecuados.
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